martes, 1 de junio de 2010


Fingimos ser felices,. Mientras atrás del escenario, se quitan las máscaras Claro, adelante de los atentos, del público una sonrisa de oreja a oreja, un cariño de acá a china, y un amor increíble. Cuando se sacan las máscaras y dejan de actuar, renovamos, empezamos, continuamos la vida cotidiana.
Solo lloramos cuando estamos solos, y si por alguna razón nos pasamos por al lado, ni nos preguntamos. Todos sabemos la razón del llanto. ¿Qué triste no? Así es la realidad hoy en día.
¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!... se mueve la manija de la puerta, alguien está por entrar. Uff...me seco las lágrimas y... a fingir otra vez.

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